miércoles, 20 de enero de 2010

VISITA A OBAMA Y NOS QUEDAMOS SIN VERLE DIAS 16 Y 17

El sábado cogimos el metro desde el hotel y en diez minutos estábamos en la White house, nos hicimos las fotos de rigor por delante y por detrás, pregunté a los guardias de la puerta que si era la fila para entrar y al decirme que si nos pusimos en ella y a los diez minutos otro guardia gritaba algo hasta que me di cuenta que decía que había que llevar un ticket para entrar, ¡ya decía yo que muy fácil entrar a ver al Obama!. De ahí fuimos para el National Mall y los memoriales. Esta ciudad es impresionante, todos los edificios son enormes y las calles y avenidas también, nada que ver con New York city. Para 500.000 personas que viven aquí hay por lo menos dos aeropuerto y 5 líneas de metro. El metro y las calles son muy diferentes a las de NY, todo es nuevo y las calles perfectas porque mira que en NY como están las aceras para la gente mayor es peligrosísimo caminar pues te puedes tropezar con nada, como que vimos desde el bus como se tropezó un señor y no se que le ocurriría pero se calló de cara todo lo largo y se dio en toda la cabeza.

Volviendo a la visita por Washington , como todo parece cerca porque se ve a distancia y nos entretuvimos en los museos que aquí la mayoría son gratis (esta ciudad es más barata para visitar pues el metro también es a mitad de precio), solo entramos en uno pues a todos es imposible, y fuimos al del aire y del espacio, lo primero que hicimos fue tocar un trocito de roca de la luna, luego vimos misiles, el planeador de los Hermanos Wrigth, el módulo de mando del Apolo 11…., y nos metimos al IMAX (ese si que hubo que pagar) que nos contaron lo que hace un piloto desde su primer día con unas imágenes impresionantes.
Y al salir pasamos por el FBI que para visitarlo también tiene que ser con cita concertada con tiempo por temas seguridad, cuando quisimos llegar al Capitolio o Congreso estaba cerrado y nos tuvimos que conformar con hacernos la foto desde donde fue proclamado presidente Obama y se ve todo el escenario del final de la película de Forest Gump. Menos mal que pudimos entrar en la biblioteca del Congreso en otro edificio por detrás que también otra preciosidad.
Ya como eran más de las 5 de la tarde y todo estaba cerrado de allí fuimos hasta el barrio de Chinatown andando y menudo ambiente había por allí. Resulta que allí mismo hay un estadio enorme y no nos dimos cuenta hasta el día siguiente que estábamos en una galería tomándonos un café con una magdalena enorme con pasas, y no hacia más que pasar gente con camisetas de deporte y resulta que había habido un partido a las 3 de los Capital´s de Washington con otro que no vi el nombre, la pena no enterarnos antes y habíamos visto un partido de hockey, ya que estábamos allí.
Vimos un bar español llamado “la taberna” con tapas españolas, estaba a tope y por fin pudimos bebernos un vino en condiciones con unos calamares a la romana pero hubo que decir que sin mayonesa que es como se los ponen aquí. El vidrio como no se en un bar o restaurante no lo ves, en todos los burger o donde venden comida rápida todo es de usar y tirar y a recogértelo tu, así que de lavavajillas nada. En el bar preguntamos al camarero que era hispano -como la mayoría de los que hemos visto trabajando en la hostelería en estas dos ciudades- que donde iban los jóvenes ahora a divertirse y nos mando a un bar dos puertas saliendo que es un bajo y era un bar grandísimo, con dos salas en cada una 8 televisiones de plasma de por lo menos 50’ y otros 3 billares en cada sala, con música y de allí nos fuimos a la cama que ya era hora.
Al día siguiente buscando el billete de avión nos entretuvimos bastante buscando una buena oferta de vuelo que nos salió bastante económica pues hay que pensar que hacemos un recorrido de 6 horas de vuelo solo dos menos que a España. Cuando quisimos salir ya eran las doce de la mañana y estaba lloviendo a mares. Nos fuimos hasta el cementerio de Arlington que es enorme como todo de aquí claro. Fuimos a las tumbas de los Kennedy, a la mansión de los Arlington que estaban restaurándola, a la tumba del soldado desconocido que sin querer nos encontramos con el cambio de guardia(todo muy sobrio) y las 2111 tumbas tumbas de soldados desconocidos muertos en la Guerra civil.
A Alberto se le antojo ir al Pentagono que se puede visitar pero con antelación y el metro nos sacó justo al lado pero no dejaban hacer fotos, justo se ve el lado que todavía están restaurando después de los atentados del 11S. Y de allí nos fuimos a Chinatown y nos ocurrió lo que dije antes del estadio y ya nos recogimos al hotel pues el vuelo salía a las 6 de la mañana y había que estar dos horas y media antes allí.

Good Night

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