Escenificación de la hazaña de los silenses contra el ataque de los árabes. Cencerradas, pasacalles,"las crestas", carrera de jinetes de San Anton, carrerillas de los chicos por el pueblo portando antorchas, misa castellana y de Acción de Gracias. Como manda la tradición, tras la comida, las autoridades inician el juego de la taba, y si antes las apuestas se cruzaban en duros y pesetas de plata, ahora se hacen en euros, no sólo en el recinto sino en todos los bares del pueblo. Ni siquiera la prohibición que pesó sobre los juegos de azar durante el régimen franquista pudo con la Tabera, fiesta que rebrotó y rebrotó hasta llegar a nuestros días.
La festividad se recuperó en el 2000, después de 35 años sin celebrarla, protagonizada por los propios vecinos de la villa, famosa internacionalmente por su abadía benedictina.
Cuenta la leyenda que un vecino organizó un simulacro de defensa mandando encender numerosas hogueras, sacando las caballerías a las calles y organizando una gran confusion mediante cencerros, de tal manera que la población parecía estar llena de defensores.
La fiesta de Los Jefes tiene su verdadero inicio el día de reyes. En la tarde de la mencionada fecha, se procede al sorteo de los cargos de Capitán, Cuchillón y Abanderado entre los varones casados del pueblo .
En este video se ve bien todo la explicación de la fiesta que os pongo.
En la mañana del sábado , el pueblo se reúne en la plaza. Es el momento de ir a buscar a los jefes a sus respectivos domicilios. Entre el gentío, observaréis cómo hay dos grupos de personas que destacan por su indumentaria. Los hombres vestidos con capa castellana son los comisarios de la fiesta y suelen ser todos los cabeza de familia de la villa. Los niños ataviados con chalecos y polainas de borreguillo y cargados con cencerros son la representación de los ganados que durante el incendio fingido de Silos se encargarán de provocar el mayor ruido y alboroto posible. Conducidos por el aire marcial del tambor, se procede a recoger al Cuchillón, al Abanderado y finalmente al Sargento. Completa la comitiva, nos dirigimos al Monasterio, donde la Comunidad nos recibe en el patio de San José. Allí, el Abanderado hace una demostración de su pericia y se entona repetidas veces el grito más emblemático de toda la fiesta: iViva nuestra devoción al Dulce Nombre de Jesús y de María!De nuevo en la plaza, tiene lugar la lectura del Pregón y, concluido éste, realizamos una especie de presentación formal de los jefes del año. Todo el pueblo forma un gran círculo y en su interior cada uno de los jefes dará una serie de vueltas con aire gallardo y solemne, finalizado éstas con el consabido Viva.
A primeras horas de la tarde celebramos la Corrida de Gallos o Las Crestas, ritual antiquísimo en el cual los jefes, y posteriormente cualquier audaz jinete, habrán de intentar cobrar alguna de las prendas que cuelgan de una soga que es hábilmente manejada por un vecino para entorpecer las aspiraciones de los participantes.y tras Las Crestas, la Carrera de San Antón, prueba ecuestre en la cual los jefes y otros animosos vecinos competirán por alzarse con la victoria en un breve pero complicado circuito urbano.
Con la llegada de la noche, podréis disfrutar de uno de los actos más espectaculares y llamativos de toda la fiesta: Silos en llamas. Rememoranda la hazaña de nuestros antepasados, esta noche fingimos igualmente que nuestro pueblo es devorado por un pavoroso incendio. Se encienden hogueras por todos sus rincones; los hombres, escoltando a los jefes, recorren varias veces el pueblo, portando teas e invocando los nombres de Jesús y María; los más jóvenes se cargan de cencerros y provocan la realista sensación de una desbandada general de animales domésticos. En la plaza, una gran pira sirve de punto de reunión de todos los participantes y en torno a ella concluye esta jornada.
El domingo está consagrado casi por completo a las Benditas Animas. Por la mañana celebramos una misa dedicada a todos los silenses difuntos. de una emotividad incomparable es el ROSARIO que rezamos por la tarde. El luto de los jefes , las letanias acompañadas por el grave resonar del tambor , la austeridad de la procesion y el recogimiento general de la ceremonia conforman la antesala de lo que será el último de los rituales de la fiesta.
Como al participar Los Jefes , la plaza es el escenario de la postrera representacion de la fiesta. Una a una , las mujeres de los Jefes , vestidas de luto y hermosamente tocadas , tomaran la bandera e iniciaran un gracioso desfile, concluyendo el mismo con la mil veces repetida aclamación de los nombres de Jesús y de María.
La Crónica de Santo Domingo de Silos de 1899, dice:«En esta humilde villa son muy contados los días que ofrezcan algo que sea digno de mención. Uno, sin embargo, de esos raros días nos lo trae el mes de Enero: es el segundo domingo después de la Epifanía, día del Dulce Nombre de Jesús, en que celebran aquí la función, a la vez patriótica y religiosa, llamada vulgarmente de los Jefes. La denominan así porque en todos los varios actos de la función la presidencia pertenece a tres vecinos del pueblo, condecorados por este día con los títulos de capitán, alférez y sargento..."
Animaros a venir a Silos a ver la fiesta y de paso conocer Covarrubias que es uno de los pueblos mas bonitos de España.